Quitilipi es el nombre autóctono que los pueblos originarios del Chaco le dieron a un Búho que habitaba la región norte de Argentina, en donde también se lo conoce como tuku (quichua), ñacurutú (guaraní), tucuquere (mapuche), talacua (aymara).
Algunos autores sostienen que Quitilipi deriva del quichua, donde Bhúo se denomina “Tuku” proveniente del tukuchikk, que significa "acabar o concluir una cosa" y se relaciona con el simbolismo de mal presagio que posee esta ave. De hecho, el Quitilipi sirvió de motivo para las urnas funerarias: decoraba las urnas infantiles con alfarería del pueblo pazioca (diaguita) y también las de la llamada civilización chaco-santiagueña (lule, toconoté y vilela).
Según otros autores Quitilipi deriva del idioma qom'lek ó del vilela y el significando Kinti "par, ambos" y llipid "parpadeo rápido, instantáneo", es una metonimia indígena que define los rasgos particulares de esta inofensiva ave, cuya imagen forma lleva parte del escudo de la localidad
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